Las TIC en la Educación y el Aula, una oportunidad para mejorar la calidad educativa
El sistema educativo no puede
quedar al margen de los nuevos cambios. Debe atender a la formación de los
nuevos ciudadanos y la incorporación de las nuevas tecnologías ha de hacerse con
la perspectiva de favorecer los aprendizajes y facilitar los medios que
sustenten el desarrollo de los conocimientos y de las competencias necesarias
para la inserción social y profesional de cualidad. Debe también evitar que la
brecha digital genere capas de marginación como resultado de la analfabetización
digital.
El saber está omnipresente en la
sociedad actual, sin embargo la educación no puede sucumbir a este abuso. No
debe confundirse saber e información. Las nuevas tecnologías dan acceso a una
gran cantidad de información, que no ha de confundirse con el saber. Para que la
información devenga en conocimientos el individuo debe apropiarsela y
reconstruir sus conocimientos. Por esta razón lo primero que debe hacerse
explícito es que la incorporación de las nuevas tecnologías en la educación no
han de eludir la noción de esfuerzo. Los nuevos recursos informáticos pueden
contribuir al desarrollo de las capacidades cognitivas de los ciudadanos, pero
nunca en ausencia del esfuerzo personal.
Las tecnologías constituyen un
medio como jamás haya existido que ofrece un acceso instantáneo a la
información. A cada uno le toca enriquecer y construir su saber a partir de esa
información y a la educación proporcionar las bases para que esto se produzca.
Para que estas tecnologías estén verdaderamente al servicio de la enseñanza y
del aprendizaje y contribuyan a la formación de los ciudadanos y los
trabajadores que necesita esta sociedad, tal penetración tecnológica debe estar
acompañada de una evolución pedagógica. Las nuevas tecnologías exigen un cambio
de rol en el profesor y en el alumno. El profesor no puede seguir ejerciendo sus
funciones tradicionales discursivas a la hora de instruir al alumno.
Las tecnologías de la información y
de la comunicación han sido incorporada al proceso educativo desde hace unos
años. Aún no existen estudios concluyentes que permitan afirmar que la
utilización de los medios informáticos en la educación ha servido para mejorar
los resultados académicos, sin embargo a menudo se refieren a las
transformaciones obtenidas en el modo de hacer. Se ha observado que las
tecnologías de la información suscitan la colaboración en los alumnos, les ayuda
a centrarse en los aprendizajes, mejoran la motivación y el interés, favorecen
el espíritu de búsqueda, promueven la integración y estimulan el desarrollo de
ciertas habilidades intelectuales tales como el razonamiento, la resolución de
problemas, la creatividad y la capacidad de aprender a aprender. Para los
profesores las tecnologías informáticas han servido hasta ahora para facilitar
la búsqueda de material didáctico, contribuir a la colaboración con otros
enseñantes e incitar a la planificación de las actividades de aprendizaje de
acuerdo con las características de la tecnología utilizada.
Estas transformaciones observadas
en los procesos de enseñanza y aprendizaje se sitúan en la línea de las teorías
constructivistas que preconizan estrategias de aprendizaje que hagan de los
alumnos elementos activos y dinámicos en la construcción del saber.
Las barreras del espacio y del
tiempo en la relación profesor-alumno y alumno-escuela también se están viendo
afectadas. La omnipresencia de la información libera la elección de los tiempos
y espacios para el aprendizaje. Aunque una parte de la población escolar no
tiene las facultades necesarias para ejercer esta elección, sin embargo es una
característica que beneficia el desarrollo de formas de aprendizaje en la
educación a distancia, la educación de adultos y en las aulas hospitalarias o
asistencia a enfermos.
Uso de las TIC en educación
Las nuevas tecnologías pueden
emplearse en el sistema educativo de tres maneras distintas: como objeto de
aprendizaje, como medio para aprender y como apoyo al aprendizaje.
En el estado actual de cosas es
normal considerar las nuevas tecnologías como objeto de aprendizaje en si mismo.
Permite que los alumnos se familiaricen con el ordenador y adquieran las
competencias necesarias para hacer del mismo un instrumento útil a lo largo de
los estudios, en el mundo del trabajo o en la formación continua cuando sean
adultos.
Se consideran que las tecnologías
son utilizadas como un medio de aprendizaje cuando es una herramienta al
servicio de la formación a distancia, no presencial y del autoaprendizaje o
son ejercicios de repetición, cursos en línea a través de Internet, de
videoconferencia, cederoms, programas de simulación o de ejercicios, etc. Este
procedimiento se enmarca dentro de la enseñanza tradicional como complemento o
enriquecimiento de los contenidos presentados.
Pero donde las nuevas tecnologías encuentran su verdadero sitio en
la enseñanza es como apoyo al aprendizaje. Las tecnologías así entendidas se
hayan pedagógicamente integradas en el proceso de aprendizaje, tienen su sitio
en el aula, responden a unas necesidades de formación más proactivas y son
empleadas de forma cotidiana. La integración pedagógica de las tecnologías
difiere de la formación en las tecnologías y se enmarca en una perspectiva de
formación continua y de evolución personal y profesional como un “saber
aprender
La búsqueda y el tratamiento de la
información inherente a estos objetivos de formación constituyen la piedra
angular de tales estrategias y representan actualmente uno de los componentes de
base para una utilización eficaz y clara de Internet ya sea en el medio escolar
como en la vida privada. Para cada uno de estos elementos mencionados, las
nuevas tecnologías, sobre todos las situadas en red, constituyen una fuente que
permite variar las formas de hacer para atender a los resultados deseados. Entre
los instrumentos más utilizados en el contexto escolar destacamos: tratamiento
de textos, hojas de calculo, bases de datos o de información, programas
didácticos, de simulación y de ejercicios, cdroms, presentaciones electrónicas,
editores de páginas html, programas de autoría, foros de debate, la cámara
digital, la videoconferencia, etc. Entre las actividades a desarrollar
mencionamos: correspondencia escolar, búsqueda de documentación, producción de
un periódico de clase o de centro, realización de proyectos como web-quest u
otros, intercambios con clases de otras ciudades o países, etc.
Podrán utilizarse las nuevas
tecnologías, pero se seguirá inmerso en la pedagogía tradicional si no se ha
variado la postura de que el profesor tiene la respuesta y se pide al alumno que
la reproduzca. En una sociedad en la que la información ocupa un lugar tan
importante es preciso cambiar de pedagogía y considerar que el alumno
inteligente es el que sabe hacer preguntas y es capaz de decir cómo se responde
a esas cuestiones. La integración de las tecnologías así entendidas sabe pasar
de estrategias de enseñanza a estrategias de aprendizaje.
José
Ramón Gómez